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SERIE: "LAS AMAZONAS"

 

Durante siglos, la organización de la estructura social utilizada por el sistema capitalista y patriarcal es el de la “familia”, entendida por la unión “natural” de una pareja heterosexual, unidos por la institución del matrimonio monógamo, conviviendo en una misma residencia y con la finalidad de reproducirse, engendrando hijxs. Y de esta manera, a través de la educación y otros sistemas de socialización, estxs hijxs reproducirán de nuevo las bases sobre las que se asienta el sistema. Por ello, crecemos pensando que “lo natural” es vivir en familia hasta que crezcamos lo suficiente para poder formar la nuestra propia.

 

Los sistemas opresores nos hacen creer que sus directrices son nuestros deseos, ya que si fuera impuesto la gente se rebelaría contra ellxs, de modo que hacernos creer sus bases es lo natural y deseable es su estrategia para poder seguir dominándonos. Y, no nos engañemos, a todo el mundo le gusta sentirse aceptado, así que creemos que nuestra elección se basa en nuestros deseos y no en una manipulación.

 

Dicho esto, podemos entender porque el sistema emplea tantas fuerzas en estigmatizar e invisibilizar cualquier otra forma de organización de la vida y diversidad sexual. Y lo hace con tanta fuerza que mucha gente cree que la homosexualidad es “antinatural”, pero como dice la antropóloga cultural Gayle Rubin en su libro Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad “la conducta homosexual ha estado siempre presente entre los humanos, pero en las diferentes sociedades y épocas ha sido recompensada o castigada, buscada o prohibida”.

Para las mujeres lesbianas esta estigmatización y discriminación es doble, una por homosexuales y otra por mujeres. Una de las maneras más comunes para llevar a cabo este aniquilamiento es a través de lo simbólico, es decir, mediante la invisibilización, la negación de derechos, el cuestionamiento, el insulto, el rechazo,... entre otras formas explícitas e implícitas que naturalizan y perpetúan esta discriminación.

 

Por si no fuera poco, las lesbianas no sólo son rechazadas por la sociedad en general, sino que muchas veces también tienen que soportar esta discriminación, aunque sea de manera inconsciente, por parte de otras mujeres en colectivos feministas. Si nos remontamos a los orígenes del movimiento feminista, uno de los calificativos más utilizados para descalificar a sus integrantes ha sido el de "bolelra" marimacho" y todavía hoy muchas de las feministas heterosexuales temen ser tomadas por tales y se desmarcan explícitamente dejando siempre clara su heterosexualidad. De esta manera, una vez más, las mujeres lesbianas vuelven a quedar en un segundo plano.

 

Además queremos decir BASTA a la vinculación machista que hay entre el cuerpo de una mujer y su unión con otra, sea afectiva o sexualmente a la pornografía. Ver dos o más cuerpos de mujeres entrando en contacto desnudos entre sí, en su esencia más bella y natural, no está ligado a ningún tipo de pornografía que lleve consigo violencias machistas. “No seas un macho patriarcal, no cosifiques a las mujeres, no las veas como un objeto que te pertenece y que está para ti, como un objeto follable, considéralas tus iguales”. B. Gimeno.

 

Por todo esto, a través de esta serie fotográfica, pretendemos homenajear y visibilizar a las mujeres lesbianas, llamando a esta serie “Las Amazonas”, rescatando este pueblo  de la mitología griega formado por mujeres valientes y luchadoras como lo son ellas, ya que lo personal es político y cualquier forma de organización de la vida al margen de la parejonormatividad establecida, es una forma de lucha política y una realidad bella y enriquezedora.

“La heterosexualidad no es una pulsión, es ideológica, como el racismo. Y se puede deconstruir”.

                                            Jule Goikoetxea

(Érase una noche de Luna Llena pensando en “Las Amazonas”...)

 

Mostramos el contacto entre cuerpos desnudos de mujeres porque nos parece que es una manera genuina de sentir y conectar con otras personas. En este caso nos centramos en el contacto entre mujeres por dos motivos: primero porque queremos visibilizar las relaciones amorosas y sexuales entre mujeres y, segundo, por la sororidad, mostrando cuerpos en contacto de mujer desde la hermandad. Mostrándote tal y como eres. Y sentir a través de la piel.

Yo eso lo pude experimentar en dos ocasiones (hasta el momento) gracias a Binomio Mujeril. La primera vez en la serie “Gordofobia”, en las fotos de la ducha. Yo no iba a salir, pero Luci con su creatividad nos propuso que yo entrara en la ducha para una escena tan natural y bonita como dos mujeres duchándose. Pues al entrar en la ducha me sentí un poco rígida porque no estaba acostumbrada a ese tipo de contacto, pero nos soltamos y fue bellísimo. La segunda vez fue en la serie “Aquelarre”. Quedamos unas amigas en el monte y fue natural y maravilloso, vernos a todas tal y como somos, sintiendo que somos un aquelarre y riéndonos. Pues eso es, repito, bellísimo. Por eso nos decantamos por mostrar mujeres desnudas, en contacto físico, de la manera más natural porque es una experiencia que genera sororidad.

Begoña Alfaro

Alboraia, Valencia

Hablar desde el cuerpo

y para el cuerpo.

También es un poema de amor entre mujeres.

Gabriela Contreras

Valencia

Exponer mi cuerpo ante otras miradas no es nada fácil, exponer mi cuerpo ante binomio mujeril, lo hizo algo más viable. Como tantas otras, yo tengo mis complejos, mis inseguridades, mis dudas... y pareciese que ponerme delante de una cámara intensificaba más esto, ¿cuál fue el resultado? Mucho cariño, amor, respeto, compasión, gratitud, seguridad y sobre todo, EMPODERAMIENTO. Todas somos bellas, todas somos especiales, todas debemos ser vistas y hacernos ver, porque estamos y existimos. Binomio mujeril me dio la oportunidad de conectar con mi propio amor y mi propio respeto. Gracias Binomio!

Mujer partiipante

Valencia

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